jueves, 4 de enero de 2007
Ante el peligro
Caballero alfil, es tu turno!
¿Tendrás la visión de arriesgarte?
¿O no existen personas dispuestas a ello?
Se rompió la telepática unidad
de este genuino equipo, pero…
hacia las sorpresas del estado de gracia.
Libre ya de temor, pronuncia su salmodia ritual,
la voz del vientre del volcán,
escrupulosa, delicada e hiriente,
Que los árboles en sueños de profundidad
perciben desde sus raíces.
Una invocación, una súplica pausada,
Sin delirio, llena de dolor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario