viernes, 2 de febrero de 2007

Memoria

Memoria de los árboles dibujada en cada círculo concéntrico de su tronco.
Tubular capa envolvente que contiene el futuro en su centro.
Palpita la vida ascendente, fluye tenaz día a día empujando el pasado que la cubre.
Se acumula y dilata la materia vivida sobre el presente, muestra su rostro más antiguo, el primero.
Quién fue, quién será, quién está siendo son el mismo ser, la entidad que existe.
Todos los tiempos son a la vez sobre el ahora porque el futuro no tendrá opción más que a existir intrínseco a esa estructura, que sobrevive contra la inclemencia más severa, la muerte, que la paraliza inmóvil para siempre, pero no destruye su esencia que permanece en la última silueta erguida.
Una imagen para abordar el pasado, esa corteza endurecida que nos cubre.
Sólo vivir, vivir intensamente creciendo, lo agrieta, consigue desmembrarlo y desprenderlo de nosotros.
Seco, inerme sin la savia del recuerdo, se pierde, puede que por siempre.
¡Que la savia de tu recuerdo solo mantenga viva la belleza!
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